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sábado, 5 de enero de 2013
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
El
discurso del profesor Sobrevilla esta construido sobre la base de un
conjunto de parámetros total y absolutamente contradictorios que
establecen, por una parte formulaciones metafísicas (ontológico, óntico;
existencial - esencial) y por otra parte todos los discursos
idealistas, metafísicos, incluyendo paradójicamente el discurso
caricaturizado de Marx.
La
precariedad de las estructuras conceptuales del profesor Sobrevilla se
reflejan en que desconoce, “olvida”, “ignora” que a lo largo de
veintisiete siglos la historia de la filosofía se ha dividido en dos
posiciones fundamentales, principales, esenciales. Una posición, la
idealista, que se ha visto representada paradigmáticamente en pensadores
que han reflejado esta postura, caracterizada por la alienación, por la
mitología, por la esquizofrenia, por la irracionalidad, formulada,
vgr., Platón, Tomas de Aquino, Berkeley, Hume, Kant, Hegel,
Neohegelianos, Neokantianos, Fenomenología (Husserl), filosofía de la
vida (Bergson), Metafísicos (Alexander, Hartman, Whitehead), Pragmatismo
(James, Dewey), Existencialismo (Heidegger, Jaspers), Neotomismo,
Neopositivismo (Positivismo Lógico, positivismo lingüístico, filosofía
analítica), post-estructuralismo (Derrida), post-modernismo (Lyotard),
Hermenéutica (Gadamer, Habermas, etc.) y otros.
La
otra posición la materialista, que se ha caracterizado por la
desalienación por ser antimitológica, contraria a la esquizofrenia,
esencialmente racionalista, formulada por: Demócrito, Epicuro, Ockam,
Hobbes, Diderot, Holbach, Feuerbach, Marx, Engels, Lenin, Mao y otros.
La posición del profesor Sobrevilla, de desconocer el ABC de la historia
de la filosofía, de la lucha sempiterna entre el idealismo, por una
parte; y el materialismo por la otra, demuestra un problema patológico,
como buen germanófilo, como buen súbdito del Tercer Reich, el profesor
no puede criticar, no puede cuestionar, no puede alzar la voz en contra
de los pensadores de la cultura teutona.
El
trabajo de los profesores germanos de Tubinga es meritorio. Al profesor
Sobrevilla le han hecho perder la brújula de la filosofía, es incapaz
de establecer diferencias cuasi fisiológicas, v.g.r., el “masculino”
materialismo y el “femenino” idealismo. Tenemos que recurrir a analogías
de la naturaleza para que algún día reaccione en busca de su identidad,
porque el desventurado se ha extraviado en las categorías teológicas
del cielo (materialismo) y del infierno (idealismo). Su alma ya esta
penando en el reino de las walkirias o en el de los enanos Nibelungos.
II
La
falsificación, la mixtificación, y la revisión del pensamiento de
Carlos Marx parte de la atribución de concepciones ajenas al discurso
del genio de Treveris, formula criterios que no tienen una sustentación
en la producción intelectual de Marx.
Sobrevilla
se ha “inventado” un Marx de acuerdo a su gusto y capricho. Hubiera
sido conveniente, necesario y objetivo señalar los contextos ideológicos
en función bibliográfica y no de “supuesta autoridad”. Las
aseveraciones per se – por sí solas – no dicen nada de nada, son simples
especulaciones, arbitrarias y antojadizas.
1.-
La primera observación establece de que: “Así, la división entre las
clases piensa Marx que es un motor de la historia que se debe justamente
a causas económicas” (Repensando la tradición nacional I. p. 142)
Lo
que Marx y Engels han señalado en el famoso Manifiesto del Partido
Comunista, de 1848: “La historia de todas las sociedades hasta nuestros
días es la historia de las luchas de clases”
Hombres
libres y esclavos, Patricios y Plebeyos, señores y siervos maestros y
oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre,
mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y
abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria
de toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna” (Marx C.,
Engels, F. Obras escogidas, Progreso Moscú, s/f, pp. 32, 33)
Podemos
proseguir largamente con las tesis básicas, fundamentales de Marx.
Relacionada con la tesis anterior en 1867, precisó que: “La violencia es
la comadrona de toda sociedad vieja que lleva en su entrañas otra
nueva. Es, por sí misma, una potencia económica” (El capital, T I,
F.C.E. México, 1946, p. 639)
Los
intelectuales filisteos siempre han recusado a la violencia. Sobrevilla
no es la excepción, en este texto es ajeno al problema; pero en otros
textos es un apologista del
pacifismo, de la no violencia, de condenar como un buen intelectual de
estado: el terrorismo. No el terrorismo de estado sino el “terrorismo”
de los de abajo, “el terrorismo popular.”
Engels
en 1878 en el famosísimo “Anti - Duhring” en la sección segunda,
Economía Política, en los apartados II, III y IV, bajo el rubro de “La
teoría de la violencia y el poder” desarrolla la tesis de la violencia
de Marx (pp. 151-178)
Dice
Engels: “la violencia desempeña también otro papel en la historia, un
papel revolucionario; de que, según la palabra de Marx es la comadrona
de toda vieja sociedad que anda grávida de otra nueva; de que es el
instrumento con el cual el movimiento social se impone y rompe formas
políticas enrigidecidas y muertas” (Engels F. Anti-Duhring, Grijalbo
México 1964, p. 177)
2.-
El profesor Sobrevilla no solo confunde metafísicamente “división”
entre las clases con la “lucha de clases”. Una cosa es “legitimar” la
división social del trabajo (caso Durkheim) y otra es formular la
supresión de la división del trabajo (comunismo). Una cosa es la
posición racista de sustentar de que Occidente es el depositario
absoluto de la racionalidad (Max Weber) y otra es señalar de que la
racionalidad se inicio en Asia,
en Mesopotamia y en Egipto, con la astronomía y las matemáticas que
comienzan con la explicación, con la razón, a partir no de la pura
explicación sino de las necesidades de los seres humanos. (Farrington
B., Ciencia Griega)
Una
cosa es legitimar la delincuencia (Durkheim) y otra cosa es formular la
supresión de la delincuencia (socialismo). El profesor Sobrevilla
postula de que Marx establece como alternativa de que “la revolución
proletaria es siempre mundial” (Repensando la tradición nacional, I, pp.
436-518)
Esta
aseveración del profesor germano no la sustenta en ningún texto de
Marx. Sugiere que esta tesis se inscribe en el “Manifiesto del Partido Comunista”, pero es una estrategia mixtificadora sin sustento real. Es una tesis trotskista.
La revolución proletaria se suponía – se atribuyen los supuestos a Marx y Engels - que
debía de producirse en los países que estaban a la vanguardia del modo
de producción capitalista en el siglo XIX: Inglaterra, Francia y
Alemania; pero el desarrollo de la lucha de clases determinó que fuese
fundamentalmente el Asia, Rusia en 1917 y China en 1949, en el contexto
de los países paradigmáticos.
3.-
El tercer asunto que ha generado complejas contradicciones teóricas es
el de la conceptuación de ideología por parte de Marx.
El
Profesor Sobrevilla señala de que “en Marx la noción de ideología no se
refiere tan solo ni en primer lugar a las teorías, ni siquiera
únicamente al conocimiento, sino en forma bastante más amplia a una
forma de conciencia social: a la falsa conciencia social discursiva. Las
funciones de la ideología son dos: sociales (por ej., consagrar los
roles determinados por la división del trabajo o bloquear la toma de
conciencia de la clase trabajadora) y cognoscitivas (por ej., obrar como
un reflejo invertido de las relaciones sociales y enmascararlas)”
(Ibid, T II, p. 770).
La
tesis postulada por Sobrevilla: de que la ideología de acuerdo a Marx
equivale a “falsa conciencia social discursiva”, es una tesis que ha
generado una polémica infinita.
En
este contexto Terry Eagleton ha hecho un conglomerado de
puntualizaciones, de las cuales solo señalaremos las iníciales por
razones obvias, “cuando Marx y Engels comentan en La Ideología Alemana
que las ideas dominantes de cada época son las ideas de la clase
dominante, probablemente consideran que esta es una observación
“genética”, dando a entender que estas ideas son las realmente
producidas por la clase dominante; pero es posible que solo sean ideas
que están casualmente en posesión de los gobernantes, al margen de su
origen. Las ideas en cuestión pueden ser verdaderas o falsas; si son
falsas, puede considerarse que los son de manera contingente, o bien
puede considerarse que su falsedad es un efecto de la labor funcional
que desempeñan en el fomento de interés turbio, o como una suerte de
marca que contraen al esforzarse por racionalizar motivos sociales o caducos” (Eagleton, Ideología, Paidós, Barcelona, 1977, p. 70).
Eagleton insiste en la tesis de que ideología referida a su significación puede significar ideas verdaderas o falsas.
“La
crítica de la ideología afirma a la vez que ciertas formas de
conciencia son falsas y que esta falsedad es de algún modo estructural y
necesaria respecto a un orden social especifico. La falsedad de las
ideas, podríamos decir, forma parte de la “verdad” de una condición
material de conjunto. Pero la teoría que identifica esta falsedad se
desvanece de golpe, al denunciar una situación que simplemente por su
condición de teoría, es incapaz de resolver. Es decir, la crítica de la
ideología es al mismo tiempo la crítica de la crítica de la ideología.
Además, no es como si la crítica ideológica propusiese incluir algo
verdadero en lugar de la falsedad. En cierto sentido, esta crítica
retiene algo de una estructura racionalista o de la Ilustración: la
verdad, o la teoría arrojaran luz sobre las concepciones falsas. Pero
esto es antirracionalista, en tanto lo que propone no es un conjunto de
concepciones verdaderas sino solo la tesis de que todas las ideas,
verdaderas o falsas, están basadas en la actividad social, practica y
más en particular en las contradicciones que genera esta actividad”
(Ibid, op. cit., pp. 103,104)
III
Las
observaciones al profesor Sobrevilla constituye aspectos casi
secundarios: 1. La división entre las clases – no la lucha de clases, 2.
La revolución mundial, 3. La ideología como falsa conciencia.
El
problema de Sobrevilla es de que como una mentalidad mínimamente
infantil, ingenua, candorosa, virginal, etc., ubica a Marx con un
conjunto de pensadores burgueses con los que no tiene absolutamente nada
en común, ese es el problema - no
distingue la verdad de la falsedad, no diferencia lo bello de lo feo,
no separa el bien del mal. El niño no ha logrado desarrollar las
capacidades de análisis, síntesis, inducción, deducción, etc., no puede
tener la capacidad de abstracción, de diferenciar la posición
materialista de la idealista.
Es
en este contexto de que Sobrevilla sostiene: “El pensamiento
contemporáneo ha sido en este sentido acercando cada vez mas el espíritu
a la materia - pensamos en Marx, Freud, Nietzsche, Heidegger, Sartre, Merleau Ponty” (Repensando la tradición nacional, I, T I, p. 21)
El
profesor esta formulando dos tesis. La primera, de que el pensamiento
contemporáneo esta acercando el espíritu a la materia, ¿Qué es lo que
quiere decir Sobrevilla? Este es un galimatías que
requiere un ocultista, o posiblemente un psíquico, un quiromántico, u
cartomántico o patomántico para poder develar este ocultamiento, este
texto esotérico, cabalístico, mitológico.
La
segunda tesis es la que se refiere a ¿Cuál es la relación de Marx con
el pansexualista Freud (debe leer a H. Wells), con el súper hombre
enemigo del pueblo Nietzsche, y los existencialistas Heidegger, Sartre y
Merleau Ponty.
Consideramos
que es necesario y obligatorio establecer los principios fundamentales
de Marx, para que no aparezcan niños encantadores de “discursos
mitológicos” que pretenden
“socializar” a materialistas e idealistas en la gran ronda del amor de
los esclavos a sus amos, del amor de los siervos a los señores feudales,
del amor de los proletarios a los burgueses. El niño no entiende de la
lucha de clases, la criatura solo entiende del “amor” de los de arriba
hacia los de abajo a través del “terrorismo de estado”, de “la
criminalización de la protesta”, de la “represión institucionalizada”
Marx
a lo largo de casi cuatro décadas (1844-1883) logro construir – lo que
Engels señalo – la concepción materialista de la historia.
La
concepción materialista de la historia se ha estructurado sobre la base
de un conjunto de formulaciones teóricas referidas a:
1.- La base y la superestructura.
2.-
El ser social y la conciencia social. Formas de la conciencia social:
religión, moral, arte, derecho, política, educación, ciencia y filosofía
(Concepción del mundo).
3.-
Modo de producción: Fuerzas productivas y relaciones de producción.
Principales modos de producción: comunidad primitiva, esclavismo,
feudalismo, capitalismo, socialismo, comunismo.
4.- Clases sociales y lucha de clases
5.- Estado y revolución
6.- Masas, lideres y nación
En
las dos ciencias sociales – cuyo status como ciencias es cuestionado
por los idealistas – donde Marx descubrió dos leyes fundamentales fue
en: 1. La historia a partir de la lucha de clases, y 2. La economía
sobre la base de la plusvalía.
Estos
aportes de Marx al pensamiento humano, expuestos por Engels en 1878 en
su artículo “Carlos Marx” y en 1883 en el “Discurso ante la tumba de
Marx” (Marx C., Engels. F., obras escogidas pp. 389, 391, 392, 451)
configuran un pensador que no tiene nada que ver con todos los
pensadores añorados, soñados, adorados, idolatrados, citados por el
niñito Sobrevilla.
Marx
es el materialista Marx y los otros – los otros – son los idealistas.
Sobrevilla vive en un mundo de fantasías, de ilusiones, de
alucinaciones, donde con su verbo mágico – exactamente metafísico –
teológico - discurre en “universos” extraterrestres, meta-galácticos, espirituosos, espirituales, metapsíquicos, ocultistas.
Es
en este otro contexto que la Bibliografía reviste como siempre la
primera prioridad. Debo de agradecer a muchos especialistas marxistas
(más de un centenar) que con sus eruditos trabajos me han permitido
aclarar, esclarecer, ratificar – civilizar – mi concepción del mundo.
Autores como Bijovski, Cornforth, Huisman, Lukacs, Schaff, Sokal, Wells, y otros han contribuido tanto en el esclarecimiento como en el establecimiento de la verdad.
En esta bibliografía hemos actualizado la producción intelectual, en beneficio de la respetable intelligentsia lectora.
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viernes, 21 de diciembre de 2012
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